En ambientes de mucha actividad, o donde la labor lo requiera (por ejemplo, en una cocina o consultorios de dentistas) se recomienda la luz fría ya que no distorsiona los colores y ofrece una sensación estimulante. Mientras que para una sala de lectura o un local de ropa se recomienda la luz cálida porque generan un ambiente cálido y confortable.
En la iluminación LED la temperatura del color se indica en grados Kelvin (°K) y abarca un espectro que va desde los tonos cálidos, pasando por los neutros y terminando en fríos. Veámoslo mejor ejemplificado en el siguiente gráfico: